En marketing digital, dominar a la perfección los conceptos transversales que van a ayudarnos a definir nuestra actividad es fundamental. Algunos de ellos, como el branding, la identidad corporativa o el logotipo, presentan una importancia mayúscula. No obstante, es habitual que exista una cierta confusión a la hora de establecer una diferencia entre ellos.
EL LOGOTIPO
El logotipo es el concepto que utilizamos para definir la representación gráfica de una marca. Como bien sabes, el logo es fundamental a la hora de diseñar el packaging de cualquier producto, siendo ésta una de nuestras especialidades. Normalmente, está formado a partir de diferentes letras, símbolos y signos. Todos ellos con un mismo denominador común: representar e identificar la personalidad de una empresa.
Los objetivos que se persiguen a través de una correcta elección de un logotipo son múltiples. No obstante, la mayoría de ellos caminan en una misma dirección: su capacidad para posicionar y diferenciar una marca con respecto a cualquier otra que exista en el mercado.
IDENTIDAD CORPORATIVA
Bajo el término de identidad corporativa hacemos referencia a otro de los pasos que forman parte del proceso de creación de una marca. A través de este término se trabaja para definir la suma de valores, características y creencias que definen a nuestros clientes. Para poder alcanzar el mejor resultado, resulta especialmente importante encontrar aquellos aspectos que nos permitan establecer una diferencia con el resto de marcas que ya tengan presencia en el mercado.
Para entender de manera correcta su significado, es importante entender el concepto de identidad corporativa como una parte más del branding. Únicamente proporcionándole una importancia capital, podremos conseguir los mejores resultados.
BRANDING, LA SUMA DE UN TODO
Aunar en un mismo concepto el propósito de tu marca, sus valores y su filosofía puede llegar a resultar una tarea especialmente exigente. El branding es el trabajo de gestión de marca que se debe recorrer hasta alcanzar nuestros objetivos.
A través de una correcta planificación, trabajamos para desarrollar y mantener todos los atributos y valores inherentes a una marca hasta lograr que nuestra audiencia se sienta identificada con la misma. Por medio de la creación de una serie de vínculos que van más allá del plano físico, lograremos establecer relaciones capaces de unir a las marcas con su audiencia desde una perspectiva más afectiva.
Entre los múltiples beneficios que se desprenden de una correcta estrategia de branding, lo relacionado con la manera en la que potenciamos y trabajamos nuestro posicionamiento y la diferenciación es fundamental. En un entorno tan competitivo como en el que nos encontramos, resulta clave garantizar el correcto desarrollo de todas nuestras estrategias.
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